Los travestis heterosexuales son hombres cuya existencia es desconocida por la mayoria de la poblacion, incluso negada, ya que generalmente se asocia al travestismo con la homosexualidad y se piensa que no hay un hombre al que le guste vestir como mujer y que, al mismo tiempo, mantenga su atraccion erotica y afectiva por las mujeres. Por ello estos hombres, que en su mayoria descubrieron esta aficion siendo ninos, se sienten solos y muchas veces culpables. Sus historias son parecidas y, al mismo tiempo, diversas. Uno de ellos lo descubrio cuando se puso los zapatos de su mama, otro cuando se puso las medias de su hermana y uno mas cuando, jugando, su novia o esposa le hizo ponerse ropa interior femenina.
Al principio, como ninos, descubrieron que les resultaba excitante usar la ropa de alguna familiar. Sin embargo, ya habian introyectado los roles sociales lo suficiente para darse cuenta que era algo que debian callar, pues la familia, especialmente los varones, no lo aprobarian. Aunque algunos de ellos eran vestidos por mama, las primas o las hermanas, y por lo tanto se les festejaba.
Al llegar a la pubertad se sintieron muy confundidos, porque el entorno social les habia ensenado que quienes se visten de mujer lo hacen para atraer a hombres y porque desean ser amados por ellos. Sin embargo, en su caso no era asi, porque ademas de lo excitante que les resultaba el uso de ropa femenina, sexualmente les gratificaban las mujeres y no se sentian atraidos por los hombres. Se encontraron asi sin un marco de referencia o un grupo social en el cual incrustarse en funcion de su aficion.
Debido a la introyeccion de los valores sociales que denigran lo femenino y lo que socialmente se identifique como afeminado, la mayoria se sintio muy mal por tener este gusto y empezo a vivir en lo que uno de ellos llamo "un circulo neurotico", en el cual robaban o compraban ropa femenina y luego de ponersela y masturbarse, se la arrancaban de inmediato para guardarla o quemarla, jurando no volver a repetir la situacion, hasta que la ansiedad por hacerlo de nuevo se imponia y volvian a hacerlo. Algunos psicoterapeutas a los que consultaron contribuyeron a su infelicidad al asegurarles que era una "enfermedad" que deberia y podria ser erradicada, y que lo seria si ellos ponian "suficiente fuerza de voluntad". Los que iniciaron tratamientos al respecto solo pudieron terminar decepcionados de la terapia y de si mismos, ya que no pudieron lograr la desaparicion de esta expresion, pese a sus esfuerzos y gastos de tiempo y dinero.
Despues de la culpa, llego para ellos el momento de aceptar que su impulso era muy poderoso y que seria imposible desterrarlo, por lo que decidieron aceptarlo como parte de si mismos. Alguno opto por salir travestido a la calle durante la madrugada, otro salio a la calle en la seguridad de su auto, manejando, mientras usaba tacos altos y vestido, uno mas alquilaba un cuarto de hotel y alli se travestia
Los vacíos en el corazón del los humanos no se saciaran con lujuria y sexo; estos dos componentes son un barril sin fondo, que lleva a las personas a comportamientos que pueden ir desde la sencilla glotonearía, y compras compulsivas, o trabajolicos; hasta homosexualidad, drogas, o cambios de sexo, y el suicidio. La ausencia de una vida espiritual no se remplaza con algo diferente a lo espiritual. El Señor Jesucristo lo llena todo; El es suficiente.
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