Además de su relación de sangre, Gildardo Alberto y Alberto Dábalos, hijo y padre, comparten una característica que los dos desconocen y reprimen. Ambos son homosexuales, les gusta vestirse de mujer y, a pesar de haber escondido su condición, llega un momento en el que deciden destapar sus cartas.
Así se desarrolla la obra 'Hay que quemar el clóset', que se estrena hoy en Cabaret, en Bogotá, y que es dirigida por el actor Alejandro Aguilar (Rosario Tijeras) y protagonizada por Federico Rivera, Sebastián Boscán, Jim Muñoz y Andrés Felipe Torres.
El montaje está inspirado en el libro Confesiones de una máscara, del escritor japonés Yukio Mishima.
El texto relata la historia de un joven alejado de su familia que descubre su homosexualidad a pesar de sostener una relación con una mujer. Su director asegura que otra de las fuentes de inspiración para esta historia fue una experiencia personal.
"Viví con un travesti y veía cómo se despertaba a las 3:30 a.m. para arreglarse y estar listo para salir a trabajar a las 6 a.m. Él vivía un conflicto muy tenaz porque se alejó de su hijo para no contaminarlo y resultó que su hijo también era gay", comenta.
Agrega que, a lo largo de la obra, al público se le plantean interrogantes con los que se tienen que enfrentar las personas que han vivido este tipo de situaciones, como: ¿cuál es su grado de tolerancia?, ¿usted le ayudaría a esa persona?, ¿usted aceptaría esta situación? "Es una tragedia el hecho de que alguien no pueda aceptar su condición homosexual.Además, saber que lo asumes con un gremio muy pequeño, tus verdaderos amigos, y que muchas veces ni siquiera son tus amigos, sino personas que te tocó conocer en tu otra vida", comenta el director.
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