lunes, 26 de junio de 2017

No es fácil ser otaku

La imagen puede contener: 2 personas, personas sonriendo, personas de pie y personas en el escenario

Marcha de orgullo LGBTQ (marca registrada): #Pride corporativo



7 días | 19 Jun 2017



No es cosa nueva que las corporaciones participen en la marcha de orgullo LGBTQ. Como patrocinadoras y hasta organizadoras, las corporaciones han jugado un papel importante; incluso, en marchas de los ochenta y (en mayor medida) de los noventa, se puede apreciar su lugar y apoyo. Así lo atestiguan las colecciones fotográficas de Alan Light, por ejemplo.
Para muchos miembros y aliados de la comunidad, ver los anuncios de Nike, Google o Banamex (además de un largo etcétera) significa la llegada al mainstream, la aceptación por parte de un sector mayoritario de la población, la celebración del fallo de nuestra Suprema Corte a favor del matrimonio igualitario. Si las corporaciones determinan que su apoyo a la marcha es una buena estrategia de marketing, algo debe estar bien.

Entonces, ¿por qué hay tanta resistencia, por parte de la comunidad, en contra de las corporaciones?

Primero, porque la marcha no tiene lugares infinitos. Hay un número limitado de grupos y organizaciones que pueden traer carros alegóricos y pancartas porque, de otra forma, la marcha duraría todo el fin de semana. Como las corporaciones tienen la capacidad de acceder a una gran cantidad de espacios, terminan por desplazar a grupos de activistas y organizaciones sin fines de lucro que no pueden tener un pastel de boda de tres pisos sobre un carro alegóricocomo sí lo puede hacer Hilton.
Foto: Hilton.com
De hecho, en 2015, el #Pride de Chicago publicó una gráfica de las organizaciones participantes. Más del 60% fueron corporaciones; cuando menos otro 20% fueron políticos y organizaciones gubernamentales. Es decir, menos del 20% de participantes fueron grupos de y para la comunidad LGBTQEsto nos obliga a preguntar para qué y para quién es la marcha. Algunos, como Danielle Kurtzleben, arguyen que las corporaciones usan las marchas para ganar dinero sin preocuparse por conocer los problemas reales de la comunidad, o usar su poder político y económico para crear cambios.
En algunos casos extremos, hay corporaciones que han comprado el derecho de poner su nombre a la marcha, como en el caso de EQT en Pittsburg, Pensilvania. Cabe mencionar que EQT es una compañía de fracking, algo que para muchos miembros de la comunidad LGBTQ es incompatible con sus valores. Sin embargo, si uno quiere participar en la marcha, tiene que aceptar que se llame la “EQT Equality March”. Así, la corporación desplaza a la comunidad para ponerse en el centro de atención.
Segundo, porque restan visibilidad a asuntos importantes. La marcha es un momento para celebrar logros, pero también para discutir dónde estamos y cuáles son nuestras limitaciones. Es momento de atender y combatir nuestro racismo, clasismo, misoginia y transfobia; de hablar de la violencia en nuestro país, de recordar la noticia de la masacre en Orlandoel ataque en Xalapa, la noticia de los campos en Chechenia. Las oportunidades que tenemos para entablar diálogos y ser críticos de nuestras prácticas son limitadas. Cuando las corporaciones y sus mensajes tienen la mayor parte de nuestra atención, estos temas quedan rezagados.
Tercero, porque estar en el mainstream muchas veces significa tener que conformarse a un modelo heteronormativo de relación y familia (el modelo que las corporaciones normalmente apoyan). La marcha empezó como protesta, para ganar la libertad de desear, amar, ser y vivir como uno quiere y de forma auténtica. Si hay un solo modelo de pareja queer respetable, una sola forma de ser familia, monógama, de clase media, entonces ignoramos a gran parte de la comunidad, que vive su sexualidad e identidad de distintas formas, que también son válidas y merecen respeto y protección. La marcha debe permanecer un lugar para lo irreverente, lo disruptivo, lo raro; un lugar para la libertad.
El apoyo de las corporaciones es bienvenido y agradecido. Es síntoma de una actitud social positiva y alentadora, pero no a costa de los objetivos primordiales de la marcha, de perder espacios que deben ser primero para la comunidad o de ignorar los temas y problemas que merecen nuestra atención.
***
Ricardo Quintana Vallejo es crítico cultural y traductor. Estudia el doctorado en literatura comparada de la Universidad de Purdue.
Twitter: @realquir
Sobre Alocado y dislocado: Nuestras identidades (condición socioeconómica, género, sexualidad, nacionalidad, raza), tanto individuales como colectivas, están en constante cambio. Los mexicanos somos versátiles; replanteamos el valor de nuestra historia, cultura y literatura constantemente. Nuestras identidades nos dan mucho de qué hablar. En Alocado y Dislocado se ofrece el análisis de temas actuales y de nuestros símbolos, de nuestras posibilidades identitarias en este momento, desde la dis-locada perspectiva de un mexicano queer en el Midwest estadounidense.

¿Hasta qué punto se vale que las empresas se adueñen de causas políticas y sociales?


3 hrs | 26 Jun 2017

Por motivo de la marcha del orgullo LGBTQ en la Ciudad de México, la semana pasada escribí sobre la dimensión corporativa del #Pride dentro del marco de varios textos sobre temas queer.
En breve, hablé sobre tres razones por las que sectores de la comunidad LGBTQ resisten la participación de corporativos y empresas en la marcha: 1) Porque en ocasiones desplazan a grupos de activistas y organizaciones sin fines de lucro que no tienen los medios para garantizar su espacio, construir carros alegóricos llamativos o ponerle su nombre a las marchas, como en el caso de la EQT en Pensilvania; 2) Porque distraen de temas importantes; 3) porque en muchas ocasiones apoyan un modelo queer heteronormativo que no empata con la forma en que viven muchos miembros de la comunidad. La marcha es, primordialmente, un espacio para defender y celebrar la libertad de vivir y ser de muchas formas; algunas que no encajan con el matrimonio o con el binario de género pero que merecen espacio y visibilidad en la marcha.

Resulta ahora importante introducir algunos matices, porque sería una necedad argüir que los corporativos y empresas que marchan no hacen nada por la comunidad LGBTQ, que no los necesitamos o que sólo se aprovechan del llamado “pink dollar” (o dinero rosa, que se refiere al poder adquisitivo).
En realidad, muchas empresas donan recursos a organizaciones, causas y eventos que no se llevarían a cabo sin su ayuda. Por ejemplo, todos los años empresas como Trojan o Sico donan cientos de miles de condones. Empresas como Apple, American Airlines, Intel o Target son “platinum partners” de la Human Rights Campaign. Cuando Mike Pence (ahora Vicepresidente de Estados Unidos) firmó la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa en el estado de Indiana, empresas como Yelp y Angie’s List presionaron al estado para cambiar la decisión a través de un boicot. Yo lo he vivido en carne propia cuando organicé HOTCon, una conferencia LGBTQ en Indiana, que recibió el apoyo invaluable de Charles Schwab. De eventos enormes a modestas conferencias académicas, la comunidad LGBTQ necesita y se nutre del apoyo corporativo, de sus recursos y patrocinio, así como de la visibilidad e impacto que pueden tener en los medios.
Asimismo, GoogleAmerican Express y AT&T, entre otras, tienen programas serios de inclusión y diversidad que van más allá del anuncio o el logotipo con la bandera arcoíris. Hay empresas que han hecho un esfuerzo de tal magnitud que ya no se pueden considerar “el otro”. Es decir, no se puede hablar de la empresa como un grupo ajeno que decide dar su apoyo; sino que están conformadas por miembros de la comunidad.
La Federación Mexicana de Empresarios LGBT hace eventos anuales y conferencias en los que participan muchas de las empresas ya mencionadas, así como socios corporativos de origen mexicano.
Muchas de las empresas que marchan hacen esfuerzos en su vida diaria y se suman a la marcha para celebrar y dar visibilidad a lo que hacen todo el año.
Y, si las empresas hacen tanto por la comunidad, ¿es justo criticar su participación en la marcha?
Para muchos miembros de la comunidad, el apoyo corporativo significa la llegada al mainstream y la aceptación por parte de un sector mayoritario de la población. Resulta alentador que sea buena estrategia de marketing poner arcoíris en los aparadores. Pero los tres problemas que señalé en el primer texto persisten y no podemos dejar pasar la oportunidad de analizar y debatir qué ha significado la marcha en el pasado y cómo queremos que sea ahora y en años por venir.
Aunque desde hace décadas ha recibido apoyo corporativo, es un hecho que en los últimos años la participación de empresas ha crecido a tal punto que ocupan la mayor parte de los espacios disponibles en muchas marchas alrededor del mundo, que, por más que duren toda la tarde, no son infinitas.
Pero la marcha es por y para la comunidad y, por lo tanto, es justo criticar su conformación y defender sus improperios. El punto de la marcha es luchar por la libertad de vivir de forma auténtica, con protección formal y respeto. Sin duda, muchas empresas contribuyen a este objetivo durante la marcha y todo el año, pero las razones por las que muchos sectores de la comunidad sienten resistencia también son válidas. El encuentro de distintas opiniones y puntos de vista seguirá transformando a la marcha que, por naturaleza, no puede permanecer estática.
***
Ricardo Quintana Vallejo es crítico cultural y traductor. Estudia el doctorado en literatura comparada de la Universidad de Purdue.
Twitter: @realquir
Sobre Alocado y dislocado: Nuestras identidades (condición socioeconómica, género, sexualidad, nacionalidad, raza), tanto individuales como colectivas, están en constante cambio. Los mexicanos somos versátiles; replanteamos el valor de nuestra historia, cultura y literatura constantemente. Nuestras identidades nos dan mucho de qué hablar. En Alocado y Dislocado se ofrece el análisis de temas actuales y de nuestros símbolos, de nuestras posibilidades identitarias en este momento, desde la dis-locada perspectiva de un mexicano queer en el Midwest estadounidense.

Así se vivió la marcha número 39 del Orgullo LGBT+ en la CDMX

Marcha LGBT+

Así se vivió la marcha número 39 del Orgullo LGBT+ en la CDMX

 | 24 Jun 2017

         Fotos: Aarón Rubio
Entre los años 30 y 70 del siglo pasado ser homosexual era un delito en México y muchos fueron encarcelados, perseguidos y golpeados. Hace cuarenta años, también por política, se perseguía a los gais en Estados Unidos. En España, durante la dictadura franquista, ser homosexual implicaba mantenerse escondido bajo un matrimonio “tradicional”, el exilio o correr el riesgo de morir siendo fiel a uno mismo. Tal fue el caso de Federico García Lorca, quien fue detenido y fusilado por la Guardia Civil, acusado de ser espía de los rusos, estar en contacto con ellos, haber sido secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual.
Marcha LGBT+
Hoy la situación es distinta, muchas veces mejor, por suerte. En la mayor parte de México, España y el mundo ya no no son perseguidos los homosexuales (al menos no por el gobierno), el matrimonio entre personas del mismo sexo es posible y es legal la adopción. En primera instancia, esto podría significar un cambio sustentable en el reconocimiento de derechos de la comunidad LGBTTTIQ+, pero la lucha no está ganada y siguen sobrando los motivos para salir a la calle a manifestarse por el respeto de los derechos de todos. Si les queda alguna duda de esto, pueden leer lo que significa ser gay en Rusia y Medio Oriente o, sin ir tan lejos, recordar al estudiante que fue asesinado por su compañero por ser gay, o las nefastas afirmaciones del Bronco con respecto al matrimonio igualitario.
Marcha LGBT+
Hoy, 24 de junio, se llevó a cabo la marcha número 39 del Orgullo LGBTTTIQA+ en la Ciudad de México, y los miles de asistentes realizaron un recorrido que, como año con año, comenzó en el Ángel de la Independencia y culminó en el Zócalo. “¡Esta marcha sí es de fiesta y es de lucha y de protesta! se lee y se escucha en las calles.
Marcha LGBT+
Y porque “Exhibirse es un acto de rebeldía. El cuerpo natural es protesta.” (Oswaldo Calderón) acá les compartimos algunos retratos de la comunidad, la cual a pesar de sus iniciales (LGBTTTIA), es imposible colocar en una sola categoría. Estas son solo algunas imágenes de la enorme diversidad que sale a las calles a exigir a manera de festejo, gritando, bailando por el respeto a sus derechos, por el respeto de todos.
Marcha LGBT+
Marcha LGBT+
Marcha LGBT+

Trabajadores protestan con falda por no poder llevar pantalón corto

OLA DE CALOR EN TODA EUROPA

Empleados franceses trabajan con falda porque les prohíben hacerlo en pantalón corto


Empleados franceses trabajan con falda porque les prohíben hacerlo en pantalón corto
@CfdtSemitan
Trabajadores de CFDT Sémitan con faldas en protesta por no poder llevar pantalón corto.
EL PERIÓDICO / BARCELONA
Jueves, 22 de junio del 2017 - 13:55 CEST
Un grupo de hombres esperan, como cada mañana, en una estación francesa para coger el tranvía. La escena no tendría nada de especial si en vez de en la localidad francesa de Nantes ocurriera en un pueblo de Escocia, porque los varones van ataviados con faldas. Son un grupo de trabajadores de la empresa de transportes Semitan que protestan mediante este método porque la compañía no les permite trabajar vestidos con pantalón corto o bermudas.
"La falda forma parte de la vestimenta reglamentaria de nuestras colegas mujeres y nosotros no queremos ser diferentes", explica Gabriel Magner, representante de los trabajadores de esta empresa de autobuses y tranvías, en declaraciones al diario 'Le Parisien'. La ola de calor tampoco da cuartel en esta localidad del noroeste de Francia. Y menos dentro de los autobuses y tranvías, donde los conductores denuncian que las temperaturas pueden llegar a alcanzar 50 grados.
La reivindicación de estos trabajadores comienza en el 2013, cuando ya pidieron formalmente a la empresa poder llevar pantalón corto o bermudas a partir de ciertas temperaturas. "Pero Semitan parece querer conservar una imagen de marca", explica Magner. De momento, la dirección aún no ha respondido a sus reivindicaciones, aunque los trabajadores, que siguen con la protesta, lo llevan con humor.


Les prohíben usar short… y van en falda ¡a la escuela!



Los alumnos de la Academia ISCA en Inglaterra consideran que es injusto que las profesoras sí puedan acudir a la escuela usando prendas cómodas para el clima y ellos lo tengan prohibido.
















Alumnos de la Academia ISCA en Exeter, Inglaterra, decidieron llegar al colegio vistiendo faldas, luego de que la institución les prohibiera usar pantalones cortos, ante el incremento en la temperatura que se registró esta semana.Cerca de 50 chicos ya habían expresado su malestar a las autoridades escolares, al ser obligados a usar gruesos pantalones, ignorando las molestias que eso les causaba; incluso algunos padres de familia se habían comunicado a la escuela para solicitar permiso para llevar short como parte del uniforme. 
Sin embargo, la  Academia ISCA se rehusó a permitir que los chicos fueran más cómodos a clases, contrario a las niñas que cuentan con faldas como parte del uniforme reglamentario.



Ver imagen en TwitterVer imagen en Twitter

Boys at Isca Academy in Exeter wear skirts to school in protest at not being allowed to wear shorts in hot weather.

En entrevista para The Independent, un papá de uno de los chicos que fueron en falda hoy al colegio, dijo que “un profesor les dijo que podían usar falda si querían pero short no”.
Pese a que fue en tono sarcástico, los chicos decidieron hacer caso al comentario.
Los alumnos varones de la Academia ISCA consideran que es injusto que las profesoras sí puedan acudir a la escuela usando prendas ligeras y cómodas para el clima, incluso algunas van en sandalias, mientras que ellos sufren con el clima.
Otra mamá dijo que al comunicarse a la escuela para pedir permiso que su hijo fuera en pantalón corto, los directivos le dijeron que de llegar así “enviarían al chico al salón de detención durante todo el día y tendría inasistencia en las clases”.
Ante el acto de protesta, las autoridades han informado que considerarán una revisión a las normas escolares.

(Con información de The Independent)