El Travestismo es la expresión de una forma de comportamiento y personalidad que se caracteriza por la conducta de vestir ropas que nuestra sociedad considera pertenece a un género, por miembros del otro género. Aunque hay un fuerte énfasis en vestir la ropa que se asigna al otro género, esto justamente provoca un cambio en apariencia. Los travestis experimentan placer y relajación al portar ropas del sexo opuesto y manifiestan placer por la sensación física de la ropa y por mirarse al espejo. Los travestidos también intercambian sus vestimentas por razones diferentes a la estimulación sexual, por ejemplo, para reducir la ansiedad, para relajarse o para experimentar el lado femenino de sus personalidades, por lo demás, masculinas.
El transvestismo se define principalmente en "fetichista" y "no fetichista".
Se denomina comportamiento sexual fetichista (también llamado parafilia: para = más allá de ‚y philia = el amor‚ en griego) cuando el varón tiene fuertes impulsos y fantasías de vestirse con ropas femeninas para lograr la excitación sexual y satisfacción agregado al coito o masturbación.
El intercambio de vestimentas no se considera siempre un trastorno mental y puede que no afecte de modo adverso a las relaciones sexuales de la pareja. En éste punto se considera un trastorno solamente si ocasiona sufrimiento, deterioro de algún tipo o una conducta insensata que puede conducir a lesiones, a la pérdida del trabajo o a la prisión, además si interfiere con el desarrollo o mantenimiento de una relación íntima en una pareja.
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