El travestismo es un fenómeno de la conducta excesivamente complejo como para poder encasillarlo en dos categorías contrarias, basadas en la preferencia sexual.
Ser travesti es ejercer un comportamiento que tiene una motivación y un objetivo, que son diferentes para cada persona, y precisamente este juego de motivaciones y objetivos es lo que genera la vasta diversidad dentro del travestismo.
Un heterosexual y un homosexual pueden ser travestis, pero cada quien tiene motivaciones y objetivos diferentes. El primero puede buscar satisfacer necesidades puramente estéticas y emocionales, ajenas totalmente a pulsiones sexuales; en tanto que para el segundo, vestir ropa de mujer forma parte de sus ritos de interacciones carnales
Una honrada transgénero y una prostituta transexual practican el travestismo, pero las razones y los fines que persiguen son totalmente diferentes. La primera se traviste como parte de su proceso de integración a un rol personal y social, en tanto que para la otra el travestirse forma parte de su modo de ganarse la vida.
El hecho de asumir una imagen femenina es diferente de los objetivos que hayan tras ella. Por ejemplo, un "travesti por horas", lo disfruta intensamente sin pensar siquiera llegar al travestismo "full time", hay amigas que practican el "travestismo por horas" como una etapa preparatoria para llegar al "full time", y a lo mejor habrá quien tenga como meta final el "full time", en tanto otras son "full time" como preparación para la reasignación de género.
Ubiquemos el travestismo como una línea. En un extremo está el negro total y en el otro el blanco absoluto, y entre ambos, a lo largo de esta supuesta línea, puede haber miles de tonos de gris que representan las combinaciones de motivos y objetivos que alientan el travestismo.
La práctica del travestismo, por lo tanto es independiente de la identidad sexual: un homosexual es homosexual vestido de charro o de china poblana y un heterosexual es heterosexual con pantimedias o con calcetines. Al momento de asumir una imagen femenina, las tendencias sexuales se mantienen incólumes puesto que dependen de factores mucho mas profundas que la apariencia exterior.
Aquí, seguramente, habrá quien reclame que "cuando visto de niño soy muy macho, solo cuando ando de niña me gustan los hombres. . ." mi respuesta es: ubícate en la recta de los miles de tonos grises, más cerca del extremo pertinente.
Muchas veces se ha hecho la afirmación categórica de que "todos los travestis tienen tendencias homosexuales" . Mi primera respuesta sería ¿Quién lo afirma conoce a todos los travestis para hacer una afirmación tan absoluta?. Creo que no.
Mi segunda respuesta sería resumir en tres párrafos:
a) Existen dos géneros de seres humanos: hombres y mujeres, y la diferencia real es mucho mas profunda que la apariencia física o la forma de pensar. Es más, esa diferencia no se altera con ningún tipo de cirugía, o de hormonización: los hombres tienen cromosomas XY y las mujeres XX (¿que son los cromosomas?, es un buen momento para buscar en Wikipedia).
b) La identidad sexual, comprendiendo lo anterior, es muy sencilla de deducir en base a la pareja sexual que busca cada individuo:
XY busca XX= heterosexual.
XY busca XY= homosexual masculino.
XX busca XX= homosexual femenino.
c) La práctica del travestismo es un comportamiento que no tiene relación directa con la identidad sexual, puesto que ser travesti es asumir una imagen femenina, obedeciendo a muchas motivaciones diferentes, en tanto la identidad sexual es una constante en la personalidad.
Para terminar:
¿Hay travestis XY que buscan parejas sexuales XX?. Si.
¿Hay travestis XY que buscan parejas sexuales XY?. Si.
¿Hay problemas en comprender esto?. Seguramente si, porque en esta supuesta "comunidad", existen demasiados paradigmas y estereotipos.
Podría cerrar este texto con una de esas frases melodramática que se acostumbran pero prefiero dejar esto en puntos suspensivos pues, como es de esperarse, todavía hay mucho por decir . . .
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