jueves, 29 de diciembre de 2011

Diagnóstico Diferencial

1. Debe excluirse la disconformidad con el papel del propio sexo (mujeres masculinizadas, hombres afeminados). No hay alteraciones del sentido de la identidad sexual.

2. Trastornos de la identidad sexual que se presentan junto a una enfermedad intersexual congénita (hiperplasia suprarrenal congénita).

3. Esquizofrenia, no son frecuentes las ideas delirantes de pertenecer al otro sexo, pero pueden coexistir. En estos casos el concepto es que han sido transformados en el otro sexo, correspondiendo entonces a ideas de transformación que se darán en el marco de esta enfermedad mental.

 4.  Homosexualidad es un problema de sexo, que afecta a dos personas, ambas del mismo sexo: éste es un requisito primario y generalmente imprescindible.
o   El travestismo es una expresión de una personalidad puramente individual, mientras que la actividad homosexual necesita de dos personas. Los homosexuales tienen que revelar sus inclinaciones, los travestistas no.
o   En la práctica ningún travesti inducirá o influirá para que otra persona adopte el travestismo. Lo padece demasiado para deseárselo a otra persona, mientras que el homosexual no duda en inclinar e iniciar a otras personas en sus prácticas.
o   La persona homosexual lo es todo el tiempo, su personalidad se mantiene constante. Un travesti alterna sus personalidades, como varón se comporta como tal, y viceversa.
o   Muchos homosexuales, adquieren modales de alguna manera afeminados, incluso durante sus actividades de tipo masculinos, esto les resulta necesario puesto que ellos, están asumiendo por completo el papel femenino. El travesti nunca muestra un comportamiento femenino durante sus actividades como varón. No lo necesita ni lo intenta.
o   El travesti adopta un atuendo femenino como expresión de su personalidad interna; mientras que el homosexual lo hace para provocar un efecto externo. Se diría que lo utilizan como un recurso para atraer los restos de heterosexualidad que puedan subsistir en sus parejas masculinas. Es más, el hecho de relacionarse con una pareja vestida de mujer minimiza en parte la sensación de culpa consecuente.
Por lo tanto las motivaciones que tiene esa minoría homosexuales que recurren al vestido femenino son por completo diferentes a las que mueven a una persona heterosexual que disfruta del atuendo propio de la mujer. 

5. La transexualidad  es un problema de género y de sexo, y el hecho de entablar pareja será de importancia secundario aunque podría advenir a tener una importancia ocasionalmente vital.
Ellos o ellas se sienten " marimachos " o " mariquitas " y opinan que la naturaleza ha sido injusta, ya que han nacido con el sexo equivocado. Normalmente, este malestar se manifiesta ya en la infancia. Es el caso extremo del travestismo, cuando vestirse con la ropa del otro sexo ya no es un juego sino la búsqueda de la verdadera identidad: el transexualismo. Estas personas padecen un profundo desequilibrio psicológico y rechazan y odian su cuerpo de hombre o de mujer, considerándolo como extraño y contrario a su personalidad.
Una distinción más formal entre el travestismo y el transexualismo se encuentra en el criterio diagnóstico aceptado por la mayoría de los profesionales que trabajan en este campo. La asociación psiquiátrica americana de diagnóstico y el Manual Estadístico consideran ambos patrones de comportamiento son esencialmente desordenados, y enumera los criterios para el transexualismo:
  • “Un sentido de incomodidad con un sexo anatómico”.  
  • “Un deseo de ser librado de los propios genitales y vivir como un miembro del otro sexo”.
  • “La perturbación ha sido continua (no limitada a los periodos de tensión) durante por lo menos dos años.
  • “La ausencia de anormalidad física, intersexual o genética”.  
  • “Que no sea debida a otro desorden mental, como esquizofrenia”
Así, algunos deciden someterse a intervenciones quirúrgicas y hormonales para lograr el cuerpo que corresponde a su personalidad, con los signos exteriores del sexo que la naturaleza no ha querido darles. No obstante, un cambio total y completo de sexo es imposible y estas intervenciones lo único que hacen es dar una apariencia o imitación. Un hombre castrado, a quien se le ha implantado una vagina podrá ser muy parecido a una mujer, aunque nunca podrá procrear.
En algunos países como Gran Bretaña, Suecia o Dinamarca se acepta que los transexuales modifiquen su estado civil, cambiando el sexo indicado en sus documentos de identidad, siempre y cuando presenten el certificado médico de la operación quirúrgica.

El travestismo en cambio es un problema social con una implicación de género y sexo; el trasvesti no requiere imprescindiblemente una pareja, y en caso de tenerla, puede ser heterosexual.
A la inmensa mayoría de travestis les gusta ser hombres; no sienten que son mujeres atrapadas en cuerpos de hombre y no tienen deseo en absoluto de 'convertirse en mujer'.  
Hay que plantearse, desde luego, el problema de distinguir entre un travestismo sexual y uno identitario; distinción que en fases muy iniciales del segundo puede ser verdaderamente difícil de extricar.
  • ¿Tiene la persona alguna vez el sueño de su completa transformación física? ¿se sueña repetidas veces en el rol/apariencia femenina?
  • ¿Siente estados de paz y tranquilidad, al margen de gozo sexual, cuando manifiesta su personalidad sexual femenina?
  • ¿Tiende más a anhelar un reconocimiento público y social de su virtual sexo femenino que a quererlo vivir como hecho estrictamente privado? ¿le gustaría poder extender la experiencia a su entorno cotidiano?
  • ¿Se siente más bien natural que travestida al asumir la apariencia sexual femenina? ¿se ve como "ella misma", o piensa acaso que está interpretando un papel?
  • ¿Aparecen sentimientos de atracción por varones cuando asume su personalidad sexual femenina, o -al contrario- se refuerzan sus fantasías ginefílicas?
  • ¿Experimenta envidia, y el sentimiento de querer estar "en su lugar", hacia mujeres, por que viven plenamente como miembros del sexo femenino?
  • ¿Experimenta orgasmo ocasionalmente -y como efecto no intentado- en el momento de expresar su personalidad sexual femenina, o bien hace del orgasmo el fin de su cambio de personalidad sexual -incluso provocándolo con masturbación?
  • ¿Se siente feliz cuando recibe un trato femenino, si ocurre eventualmente fuera de sus episodios de auto-feminización, o siente incomodidad ante ello?
  • ¿Siente rechazo, distanciamiento o indiferencia hacia sus caracteres sexuales natales, o acaso siente apego y placer por poseerlos?
  • ¿Emplea cualquier prenda que sea femenina en sus actos de transformación personal con tal de adquirir una imagen coherente, o bien selecciona especialmente aquellas prendas y accesorios de elevado significado erótico?
  • En situaciones ordinarias y fuera de episodios travestísticos, ¿siente un lazo de unidad y pertenencia con las mujeres, o lo siente con los hombres?, ¿siente un estado de ser anímica o sexualmente "lo opuesto", de ser diferente, de los hombres, o lo siente de las mujeres?
Naturalmente, si las respuestas tienden a escoger la primera opción de cada punto, se trata de una identidad sexual femenina opuesta al sexo físico natal y socialmente asignado, en cuyo caso la práctica del travestismo es un vehículo de autoreparación psicológica. Si las opciones escogidas son las segundas ofrecidas en cada pregunta, se trata de un travestismo de tipo sexual-erótico, ejercido por un varón psicológicamente ajustado a su sexo natal y social.

Benjamin (1966) clasificó el transexualismo como el caso más extremo de trastorno sexual que se inicia con el transvestismo; para este autor sería un continuo que va pasando de un tipo al otro en la medida en que la identidad sexual se va consolidando.
Utilizó los tipos:
1. Seudotransvestista: donde se adopta la identidad del otro sexo sólo ocasionalmente.
2. Trasvestismo fetichista: adopta el hábito del otro sexo en forma frecuente y su conflicto es pequeño.
3. Trasvestismo verdadero: viste la indumentaria del otro sexo tan frecuentemente como le es posible, su identidad sexual es aún la de su propio sexo, pero con una menor convicción que los anteriores.
4. Transexual verdadero de escasa identidad: se viste frecuentemente con ropas del otro sexo, pero no se halla dispuesto a cambiar su identidad porque ésta es incierta.
5. Transexual verdadero de intensidad moderada: vive como el sexo opuesto siempre que le es posible y su identidad sexual es la de éste.
6. Transexual verdadero de gran intensidad: es el que vive habitualmente como el sexo contrario; su identidad sexual es la de ese sexo y trata por todos los medios de adecuarse a lo social.

- Escala de orientación sexual -

Características
Clase I
Pseudo-travesti
Clase II
Travesti fetichista
Clase III
Verdaderos travestis
Clase IV
Transexual
Clase V
Verdadero transexual
Clase VI
Verdadero transexual
Género "sentido"
Masculino
Masculino
Masculino
(con menor convicción)
Indeciso. Situado entre el travesti y el transexual
Femenino
Con intensidad moderada ("encerrada en un cuerpo masculino")
Femenino
Con fuerte intensidad. Total intervención psicosexual
Hábitos de vestimenta y vida social
Vida como hombre. Obtiene cierta satisfacción vistiéndose como mujer. No es un verdadero travesti. Vida viríl normal
Vive como hombre. Se viste con relativa frecuencia como mujer. Lleva ropa interior masculina
Se viste continuamente o tan a menudo como le es posible. Puede vivir como una mujer y ser aceptado como tal. Si no puede hacer otra cosa, lleva ropa interior femenina
Se viste siempre que es posible, dado que es como se encuentra mas "satisfactoriamente" . Puede vivir como hombre o como mujer, a veces en alternancia
Si es posible, vive y trabaja como una mujer. El travestismo le produce una "satisfacción" insuficiente
Puede vivir y trabajar como una mujer. El travestismo le produce una "satisfacción" insuficiente. El hecho de pertenecer al sexo masculino le produce un "malestar" considerable
Elección de sexo y vida sexual
Hetero-, bi- u homosexual. el travestismo o el cambio de sexo Puede producirse durante las fantasías de la masturbación. Puede serle suficiente con lectura relacionadas con el travestismo
Heterosexual. Raramente bisexual. Masturbación acompañada de fetichismo. Sentimientos de culpabilidad. Momentos de "arrepentimiento" y recaídas
Heterosexual salvo cuando esta travestido. El "cambio" le produce una satisfacción sexual acompañada de una ayuda de cara al "malestar" del genero real. Puede arrepentirse o recaer
Libido a menudo debilitada. Asexual o autoerotico. Podría ser bisexual. Podría igualmente casarse y tener hijos.
Libido debilitada. Asexual, autoerotico, o actividad homosexual pasiva. Puede haber estado casada y haber tenido hijos
Deseo intenso de tener relaciones sexuales en el papel pasivo con un macho normal si es joven. Mas tarde la libido decae. Puede haber sido casada y haber tenido hijos. O ha fantaseado con ello en las relaciones sexuales en el papel femenino
Operación para la transformación
No tenida en cuenta en la realidad
Rechazada
De hecho rechazada, pero la idea puede tentar
Interesada, pero no es pedida. En el estudio previo no es aconsejada
Demandada. Habitualmente recomendada
Reclamada de manera insistente y generalmente obtenida. Recomendada
Tratamiento con estrógenos?
No interesado. Operación no recomendada
Raramente interesado. Puede a veces ser útil para reducir la libido
Se interesa como una experiencia. Puede ser útil en el plan emocional
Necesario para el equilibrio físico y emocional
Necesario para prevenir o preceder a la cirugía
Necesaria para procurar una mejoría
Psicoterapia?
Tratamiento no deseado y no necesario
Puede ayudar en un contexto favorable
Si se esta tentada en hacerlo, este tratamiento es generalmente una equivocación si se espera "una mejoría"
Es un método deseable. Si no puede haber problemas
Inútil para una "cura". Deseable
Deseable únicamente para mejoría en casos de angustia
Características
Se interesa por el travestismo de manera ocasional
Puede llevar una doble personalidad (masculina y femenina) con identidades apropiadas
Puede asumir una doble personalidad. Tendencia a la transexualidad
La vida social depende de las circunstancias
El individuo sitúa sus perspectivas en la operación y trabaja en este sentido. La operación se realiza con frecuencia
El individuo odia sus órganos sexuales masculinos. Si la frustración se prolonga puede caer en el suicidio o la mutilación

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